Cuando hoy me pongo a pensar, de donde nació mi pasión por la pastelería y el espacio TOMS PATISSERIE, mi mente se traslada al pasado, a la casa de mi abuela. Hornear una torta me trae el recuerdo de ella y su pasión y el amor incondicional por la cocina. En su casa nunca faltaba un pedazo de torta. Ella me introdujo en el mundo de la pastelería y me enseñó a amar y compartir el arte culinario. Compartió conmigo sus recetas y secretos y siempre fue la catadora numero uno de mis primeras creaciones, que degustaba con mucho placer y halagos. Ella me demostró lo lindo que es la cocina y cuan generoso se puede ser con ella. Mi abuela me ha enseñado a hacer feliz a la gente con una simple torta y a inspirarme en este mundo y amar lo dulce.
Soy arquitecto, y mi profesión principal está relacionada con el diseño. Mi pasión por la pastelería siempre acompañó mi profesión principal, y me llevó a querer formarme en un momento como pastelero y a querer conocer mejor este mundo desde el lado profesional, estudiando las técnicas, sumergiéndome en el mundo de las cocinas industriales. La pasión por las tortas siempre me acompaña y puedo combinar este mundo de lo dulce con mis conocimientos como profesional en el área del diseño. Siento un especial entusiasmo por la pastelería francesa, que pone mucho énfasis en la parte estética y el detalle. Pero también disfruto de las recetas básicas, de lo simple y sabroso como lo hacía mi abuela y conozco del trabajo, el tiempo y la dedicación que hay detrás de cada pedazo de torta. Dedicar una parte de mi tiempo a este fabuloso mundo no es solamente un cable a tierra, también es entrar en un universo fascinante de creación experimental. Y compartir esta pasión y amor con otros a través de EL BLOG y las RECETAS, es recordar cada vez a mi abuela y rendirle homenaje.
